Tras las numerosas molestias ocasionadas a los vecinos de diversos municipios de la provincia, que han sufrido las consecuencias de las plagas de mosquitos en sus propias carnes, especialmente en Burriana, donde la gran cantidad de estos parásitos obligó, incluso, a desalojar uno de los chiringuitos ubicados en la playa, la Conselleria de Medio Ambiente se ha puesto manos a la obra. El departamento que encabeza Isabel Bonig quiere convocar, cara al 2015, a los alcaldes de las localidades para abordar los tratamientos más adecuados contra este tipo de insectos. Una cita en la que Bonig pretende consensuar medidas para que los ayuntamientos intensifiquen los tratamientos terrestres durante el periodo estival para paliar la proliferación de los molestos mosquitos.

Mientras muchos municipios se escudan en que los tratamientos realizados son aptos y los áereos son competencia del gobierno autonómico, en la capital del Turia se ha activado un protocolo extraordinario de refuerzo en materia de prevención contra la presencia de estos insectos hasta el mes de octubre, conscientes de la plaga existente debido a las altas temperaturas registradas y también a la ausencia de precipitaciones importantes.

Y es que a expensas de los datos de agosto, mes más virulento en cuanto a la plaga, en junio y julio se han registrado 1.377 atenciones por picaduras de insectos en los centros sanitarios del área de la Plana, sobre todo en Vila-real, Burriana y la Vall d’Uixó. Precisamente, el alcalde de Vila-real apuntó en el pleno, a preguntas del PP por la proliferación de mosquitos, que estudian realizar una campaña informativa cara al 2015 para facilitar los tratamientos a particulares. H