El director general del Medio Natural de la Generalitat, Antoni Marzo, se reunirá en los próximos días con los alcaldes de Peñíscola, Alcalà y Santa Magdalena de Pulpis para abordar la problemática que afecta a la Serra d’Irta, que se encuentra invadida por la procesionaria. De este modo, el Gobierno autonómico atiende la petición de los munícipes, aunque no se ha concretado la fecha de dicho encuentro, reclamado hace ya más de un mes.

Además, los solicitantes aún no han recibido dicha convocatoria. Con la promesa de reunión encima de la mesa, el Consell se muestra partidario de actuar en este espacio protegido para poder frenar el avance de este insecto autóctono, aunque remarca que su acción afecta al crecimiento de los pinos, pero no los mata.

Desde Medio Ambiente aseguran que ahora “no es el momento de adoptar medidas contra la procesionaria, porque la oruga ya se ha enterrado”. Por tanto, en el mes de mayo se instalarán trampas con feromonas, cuando se convierta en mariposa. El siguiente paso se realizará en noviembre, con un tratamiento biológico con el bacillus thuringiensis, bacteria que habita en el suelo que se emplea como una alternativa biológica al plaguicida.

La masiva presencia de este insecto se debe a las altas temperaturas registradas durante el invierno. Uno de los puntos más afectados es la Serra d’Irta. Cualquier senderista o amante de la bicicleta de montaña puede apreciar sin ningún problema los bolsones de orugas que cuelgan de las ramas, algo que ha causado cierta inquietud.

El alcalde de Alcalà de Xivert, Francisco Juan Mars, recuerda a la Generalitat que los ayuntamientos están actuando y que debe también “asumir su parte”. El concejal de Medio Ambiente y Servicios de Peñíscola, Alfonso López, expresa su preocupación, “ya que la presencia de orugas en los árboles es muy elevada y se está a las puertas de la Semana Santa”, cuando recibirán “a un elevado número de turistas”.

Mientras tanto, la petición a través de Change.org con el título Sálvemos la Serra d’Irta está a punto de alcanzar las 1.000 firmas. H