La implantación del programa piloto ConvivèncIES, desarrollado en Almassora por Cruz Roja con el apoyo de la Concejalía de Servicios Sociales, sirvió para acompañar a nueve jóvenes del municipio que se encontraban en periodo de expulsión disciplinaria de los centros de secundaria. «La colaboración de los institutos Álvaro Falomir y Vila-roja, y de las familias, ha sido total y determinante para el éxito de este proyecto», como defendió la edila de este área, Diana Belliure.

Las sesiones comenzaron el 23 de abril y se extendieron hasta el 4 de mayo, un periodo en el que al alumnado trabajó «las habilidades y valores sociales, la transformación de conflictos de manera pacífica, el trabajo en equipo, la construcción de normas o la empatía a través del deporte», como recoge el informe de cierre de esta edición del proyecto.

Aspectos como el respeto al medio ambiente, la igualdad de género o la prevención del consumo de drogas fueron otros de los temas abordados. «Podemos decir que el acompañamiento realizado ha sido realmente efectivo, ya que hemos conseguido llenar de actividades un tiempo que, de otro modo, hubiesen desaprovechado al no poder asistir a clase», destacó Belliure. Para la concejala «los ejercicios de autoconocimiento, pensados para que los jóvenes reflexionen sobre sus acciones y reacciones, son de gran valor a la hora de prevenir los comportamiento que los han llevado a la expulsión».

Uno de los objetivos es reformular el concepto de expulsión, de modo que sea un periodo de reflexión y cambio de conductas. También pretende reducir el riesgo de estigmatización de los alumnos tras ser apartados.