Costas no actuará tras los desprendimientos de Sol de Riu porque así lo aconsejan los estudios que se tienen de la zona. Este es el argumento ofrecido ayer por fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana para justificar la negativa de este departamento a intervenir en el tramo del litoral sur de Vinaròs tras el último desprendimiento, producido a mediados de esta misma semana.

En concreto, señalan que han analizado este tramo «en profundidad y de manera conjunta con los servicios provinciales de Castellón y Tarragona y con el apoyo de la tarraconense Universidad Rovira y Virgili». Las líneas de actuación que resultan de estos trabajos «orientan hacia la mejora de los valores ambientales vinculados con el río Cenia», indican. Y añaden que, por ello, «no es la mejor forma de proceder la rigidización del acantilado (deteniendo un proceso natural de retroceso) con un solución reactiva, sino actuar de un modo proactivo, a favor de los procesos naturales, ordenado el territorio (algo que todavía es posible en este tramo) trabajado con el objetivo de conservar y potenciar el paisaje, la fauna y la flora de este enclave singular».

SORPRESA / Se trata de una decisión que ha causado gran sorpresa en la localidad, pues son muchos los ciudadanos que ayer, en las redes sociales, se lamentaban de esta falta de intervención.

Con todo, desde Costas indican que no dan la espalda a la localidad y recuerdan las actuaciones realizadas a lo largo de los últimos tres años. En concreto, enumeran que han invertido en detener los avances del mar en Cala Blanca, en la zona norte; Cala de Cap y Palai; la capilla que se encuentra situada en la zona de Saldonar; y la Cala Ballesta en la zona de Cossis. Todo ello con un coste aproximado de 620.000 euros. Los criterios de inversión se han basado «en la garantía de los accesos, del tránsito peatonal paralelo a la costa y la máxima seguridad de las zonas de baños frente a desprendimientos».