Es la crónica de una muerte anunciada». Así define el alcalde de l’Alcora, Víctor Garcia, el cierre de la empresa de residuos Reyval, instalada en la capital de l’Alcalatén, que el 23 de mayo deberá estar «vacía» de material, en cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo y, por tanto, clausurar las instalaciones, al anularse la autorización ambiental integrada (AAI) que le permite desarrollar su actual actividad.

Así lo confirmó a Mediterráneo el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, tras recibir la notificación oficial del fallo del Alto Tribunal. La polémica se arrastra desde hace más de un lustro, cuando Reyval quiso construir una incineradora en la población, y finaliza con la ratificación de la resolución del TSJCV que anula toda autorización.

ALTERNATIVAS

Tras la notificación a la mercantil, en un plazo de 10 días ya no debe entrar en la industria material referente a residuos y posteriormente la firma tendrá hasta el 23 de mayo para vaciar las instalaciones del mismo. Asimismo, teniendo en cuenta que a esa empresa es donde trasladan todos los restos sanitarios de la Comunitat, ya que la compañía ganó la licitación en el 2013, el secretario autonómico comentó que la Conselleria de Sanidad está contactando con otras empresas de Castellón para su recogida y tratamiento.

En este sentido, fuentes del departamento que encabeza Carmen Montón matizaron a este rotativo que están «a la espera de que Medio Ambiente ejecute la sentencia» y, en ese momento, se les notificará «las condiciones» en las que se tiene que aplicar dicho fallo judicial. Entonces, se encargarán «de que la recogida de los residuos se realice correctamente», comentaron ayer, sin querer detallar a qué instalaciones se trasladará a partir de ahora este material para tratarlo.

La noticia de Conselleria fue acogida con satisfacción por el alcalde de l’Alcora, quien incidió en que la pretensión del Ayuntamiento «no ha sido nunca cerrar la mercantil». «El máximo responsable de esta situación es el gerente de Reyval. Le pedimos por escrito que renunciara a la incineradora quitando los contenciosos y nunca tuvo voluntad de hacerlo», lamentó.