La Conselleria de Cultura ha hecho caso omiso de la petición del pleno de Benicàssim para que sufrague cuanto antes la deuda de 1,4 millones que el Gobierno autonómico mantiene con el Ayuntamiento desde hace ocho años. Este es el tiempo que llevan paralizadas las obras de rehabilitación y puesta en valor de este emblemático palacete, que está situado en el paseo marítimo.

A pesar de que todos los grupos políticos aprobaron por unanimidad la pasada semana una declaración institucional instando al Consell a idear un plan de pagos y a retomar la actuación, desde el departamento de Vicent Marzà guardan silencio. Ante esta situación, el consistorio ya ha advertido de que llevarán el asunto a los tribunales si no se incluyen en los presupuestos del 2017 la cuantía necesaria para acabar las obras y fijar un calendario de abono.

Una inoperancia que ha quedado patente en las últimas semanas, ya que desde la Conselleria se prometió a varios representantes del Ayuntamiento, en una reunión el pasado marzo, que se estudiaría la petición. Esta incertidumbre deja en el aire el futuro de este inmueble señorial. El paso del tiempo y el deterioro de la villa encarecen estos trabajos. De los 658.600,32 euros que faltaban para desarrollar el 25% restante de la obra cuando se paralizó la actuación, en diciembre del 2008, ahora serán necesarios 1.620.864,84 euros, según el informe de los técnicos.

cursos de verano // Por tanto, este histórico enclave sigue cerrado a cal y canto, a pesar del interés de diversas universidades en poder realizar allí cursos de verano. Este es el caso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, así como de otros campus de la Comunitat, según confirmaron desde Cultura el anterior gobierno del PP. El Gobierno autonómico debe ahora mover ficha para poder retomar las actuaciones. El objetivo del consistorio es destinar la emblemática Villa Elisa a usos educativos y culturales. H