Lluvia de millones en Betxí con el sorteo de la ONCE de anoche. 11,1 millones repartidos por Luis Cabello entre sus fieles clientes, que ayer compraron 86 billetes del número 67.519, premiados con 25.000 euros cada uno. Pero además, entre estos se encuentra el incluido en la serie 079, el Cuponazo del viernes, al que corresponden 9 millones de euros, el bombazo de la jornada. Anoche, nada más conocerse la noticia, el más feliz del mundo era el propio Luis, el primero que se enteró de que había repartido la suerte. Este vecino de Castellón, de 60 años recién cumplidos, lleva casi 17 yendo de «lunes a viernes a Betxí», admite, donde tiene una «clientela fija, gente maravillosa», subraya. El sábado y el domingo son días libres para él, pero hoy hará una excepción. «Iré a Betxí a ver cómo están los ánimos por allí», indica emocionado aún por el desenlace del sorteo, aunque él no se quedó «ningún cupón», por lo que la suerte le ha pasado de largo. Desconoce quién puede ser el agraciado con el gordo, los nueve millones. «A veces se ha dado el caso de que la gente no se ha enterado del premio hasta que ha venido a que le comprobara el billete», explica. No tiene un puesto fijo de venta en Betxí, pues va recorriendo las calles. A diario suele tener más de 500 cupones para vender bastante entre los vecinos de la localidad.

PRECEDENTE EN VILA-REAL // Aunque los más de 11 millones de euros que han caído en Betxí suponen un importantísimo premio, no es la primera vez que la fortuna sonríe a los castellonenses. De hecho, el 3 de diciembre del 2010 el Cuponazo tocó en Vila-real. El 38.952 fue el número mágico, especialmente para Ángel Sánchez y Victoria Alba, propietarios del bar Victoria, que lograron los 9 millones. María África, con caseta en la avenida Pius XII, fue la vendedora en aquella ocasión. Una buena manera de dejar la vida laboral, pues unos días después cumplía los 65 años e iniciaba la jubilación. Sin embargo, los dueños del establecimiento hostelero, conscientes de que eran millonarios, sí que acudieron a trabajar al día siguiente del sorteo, sirviendo tapas y bocadillos como siempre.