Dos hombres de nacionalidad francesa, de 50 y 55 años de edad, están ingresados en el Hospital Comarcal de Vinaròs con pronóstico reservado, como consecuencia de las heridas que sufrieron el lunes por la tarde al ser embestidos por un toro en los bous a la mar de Benicarló, según informaron fuentes sanitarias.

No fueron los únicos en ser atendidos por los servicios de Cruz Roja, por cuanto otras cinco personas precisaron atención médica que, al no revestir más gravedad, se les realizó en la enfermería móvil instalada y que se ubica en el recinto portuario.

Al parecer, y según los testigos presenciales, la falta de experiencia y un exceso de confianza podrían ser las causas de las cogidas más graves. En uno de los casos, el hombre estaba haciendo fotos a la res con el móvil cerca de la barrera y, en un momento dado, el animal arrancó sin darle tiempo a reaccionar y a refugiarse en la talanquera, quedando totalmente a merced de las embestidas que le propició el astado.

RES MUERTA // Y si las reses de los Hermanos Benavent protagonizaron una tarde accidentada, ayer, los espectáculos taurinos tampoco empezaron con buen pie. En la exhibición matinal, con el hierro de los Hermanos Bellés, el destino jugó en contra de los astados y la víctima fue una de las vacas que, respondiendo a los envites de los mozos, cayó al mar y murió ahogada. La alcaldesa, Xaro Miralles, indicó que «el protocolo se ha activado de inmediato y la barca que se encarga de rescatar a los animales que caen al agua no pudo hacer nada». Otra de las posibilidades que se barajan es que la res pudiera padecer algun tipo de dolencia previa.

Así, de momento, y cuando apenas se ha llegado al ecuador de los actos taurinos en Benicarló, los percances imprevistos y de diversa importancia han sido la tónica de estas jornadas festivas.

Al respecto, para hoy jueves los ejemplares de los Hermanos Bellés volverán al recinto del puerto para protagonizar los actos matinales, mientras que el hierro de los turolenses Colomer se exhibirá por la tarde en los bous a la mar y, ya por la noche, con el toro embolado. En todo caso, los benicarlandos todavía tienen por delante cinco días de fiesta.