Los problemas que sufren las embarcaciones pesqueras de Peñíscola para entrar en el puerto en los días de mar revuelto pasarán pronto al recuerdo. La maquinaria de dragado ya está en la localidad, para retirar de la bocana unos 55.000 m3 de arena, que se han ido acumulando en los últimos tiempos. La última ocasión en la que se hizo una actuación similar fue hace casi seis años.

El patrón mayor de la cofradía de pescadores local, Miguel Castell, solicitó hace más de un año esta medida, a raíz de las incidencias registradas en un episodio de temporales. «Hubo barcas que incluso tuvieron que dar media vuelta y atracar en los puertos de pueblos cercanos, porque no era posible entrar en esas condiciones», explicó en su día.

La Conselleria de Obras Públicas, responsable de la gestión de estas instalaciones, inició los trámites, con el objetivo de tenerlo listo en la pasada primavera, pero retrasos en la licitación demoraron los planes hasta el verano.

Ante esta situación, responsables municipales, el colectivo de marineros y empresarios turísticos pidieron un aplazamiento, para no entorpecer la actividad vacacional. Finalmente, la actuación ha dado comienzo ahora, tras haberse hecho esta labor en Burriana. La inversión prevista es de 395.000 euros, con un plazo de ejecución de dos meses. Parte del material retirado de la entrada servirá para regenerar varios enclaves con arena natural.