--¿Ha habido diferencias a la hora de gobernar en estos dos años?

--Nuestros planteamientos de trabajo, coordinación y atención al ciudadano son los mismos, pero sí hemos puesto etiquetas a lo que ya venimos practicando desde siempre. La participación ciudadana y una política de despachos abiertos ha definido nuestra acción de gobierno y hemos creado una concejalía específica. También hemos completado el portal de transparencia, que aglutina todos los datos que se generan en el consistorio.

--El Ayuntamiento vio la entrada de los partidos emergentes. ¿Cómo ha sido la relación con ellos?

--La fractura de La Roca hasta en dos ocasiones ha provocado debates broncos entre sus propios miembros, influyendo esto en el tono del debate general. Tanto ellos como los socialistas han generado tensiones los primeros meses, que han visto en una futurible alianza la necesidad de imitar las formas de los radicales. La dinámica de trabajo, las juntas de portavoces y la normalidad en las formas por nuestra parte creo que está contribuyendo a mejorar el clima.

--Del programa que presentó a las elecciones en el 2015, ¿qué partes se han ejecutado?

--Se han conseguido prácticamente el 70% de sus objetivos. La participación y transparencia; la unidad de respiro para mayores y la puesta en marcha del centro de salud; el portal de empleo y la consecución de, prácticamente, plena ocupación buena parte de los meses del año; el asfaltado de viales y la mejora de la iluminación en zonas de extrarradio; la mejora cualitativa de los servicios o la rehabilitación de la caserna del Pebret en el ámbito patrimonial. Y somos 100% transparentes, con siete consejos participativos en marcha.

--La revisión del plan general sigue pendiente y lleva en proceso una década. ¿Cuándo llegará?

--Dependemos de otras administraciones, pero el Ayuntamiento ya ha hecho lo que debía. Nos hemos adaptado a las exigencias de la Generalitat y estamos en proceso de participación ciudadana, explicando los cambios y escuchando a todos para llevar nuestra propuesta al Gobierno autonómico y que éste resuelva.

--¿Cuáles son las perspectivas para el futuro del turismo?

--El sector responde bien a las políticas de promoción y creación de producto. La apuesta por la calidad y la formación nos hace más competitivos y se elevan la rentabilidad y el empleo de la mano de las empresas privadas.

--¿Cómo afrontan las arcas municipales el pago de las sentencias urbanísticas?

--Llevamos mucho tiempo sufriendo la hipoteca de los gobiernos socialistas de los años ochenta. Hemos logrado un balón de oxígeno para estos pasados dos años y afrontamos con la misma resignación que hasta hoy esta imposición legal que nos obliga a cargar y pagar por la irresponsabilidad y la mala gestión de la izquierda. Conseguiremos cumplir con la legalidad y seguir manteniendo los servicios y respondiendo a las necesidades de los vecinos y vecinas de la ciudad.

--¿Cómo han sido las relaciones con la Generalitat?

--No las ha habido. Ningún alto cargo ha visitado Peñíscola. Hemos ido a València a pedir mejoras e inversiones, pero jamás nos ha recibido el presidente Puig ni ninguno de sus consellers. Creo que es injusto con los vecinos. En cambio, con Francesc Colomer, presidente de la Agencia Valenciana de Turismo, la relación ha sido fluida, ha venido y está a favor de reconocer el peso de la ciudad en el sector turístico.

--¿Qué inversiones pide a València y Madrid para su municipio?

--Al Gobierno de España le pido lo que creo que solicitamos todos los alcaldes: una revisión de la financiación y, muy especialmente, para los municipios que tenemos la particularidad de ser turísticos; algo que también exigimos al Gobierno autonómico. Los actuales instrumentos de compensación económica son insuficientes. A Valencia también reclamamos mejoras en los accesos al municipio, en el servicio de ambulancias y que cumplan con sus competencias en los espacios naturales y el puerto pesquero.

--Usted presume de tener contacto directo con los vecinos. ¿Qué inquietudes le transmiten?

--La estabilidad y seguridad de contar con un gobierno municipal sólido, comprometido, riguroso y eficiente en la gestión de los recursos públicos. También garantizar los servicios que son de competencia municipal. Los vecinos no quieren inventos ni con gaseosa, lo que nos exigen es responsabilidad, seriedad y, por encima de todos, que sigamos escuchándoles y acompañándoles en su actividad social y cultural.

--El nuevo presidente provincial del PP, Miguel Barrachina, hizo mención a los preparativos con las urnas en el 2019. ¿Cómo van los pasos en Peñíscola?

--El 7 de julio celebraremos la junta ejecutiva local en la que se votará la composición de este nuevo órgano y su presidencia, a la cual me presento como candidato. Van a ser dos años de construcción de la nueva candidatura y del equipo que va a auparla. En materia de gestión municipal, yo no gobierno pensando en ganar las elecciones, sino para cumplir de forma responsable con las necesidades de mis vecinos, así como para garantizarles unas mejores expectativas de futuro.