Vuelta a los orígenes. Y una alternativa para el futuro. El interior y en concreto la actividad agrícola y ganadera se está postulando como una seria opción para ganarse la vida. Algo impensable para muchos jóvenes hace unos años. La crisis económica es la culpable de que el antaño desdeñado mundo agrario ahora se antoje como una salida.

Y es que en los últimos meses se está detectando un repunte de masovers jóvenes en la zona de Els Ports y el Palancia. Sobre todo son parados que no encuentran trabajo y que recurren a la explotación de su familia o bien para trabajar en ella o bien para recuperarla. El secretario provincial de la Unió de Llauradors, Vicent Goterris, explica que “hay personas que están volviendo sobre todo a las granjas de cerdos o pollos. Son desocupados a los que se les acaba la prestación y que no han encontrado una salida”.

Estos se decantan más por la ganadería intensiva que por la extensiva, ya que esta última (que se dedica a las vacas, cabras u ovejas) “requiere de más sacrificio al tener que sacar al monte a los animales y aprender el oficio de pastor”. Asimismo, este fenómeno se está dando en el campo, “donde se suelen recuperar parcelas para cultivos, que en muchos casos, aparte de los cítricos, se decantan por frutos inéditos en la zona como la granada”.

Para aprovechar este nuevo tirón, desde Forcall se impulsará un proyecto para estimular a los jóvenes y animarles a que emprendan un camino laboral en los sectores agrícola y ganadero.

Por ello, el Ayuntamiento firmará un convenio con la Universitat Jaume I para realizar un interesante trabajo en el que se recogerán los testimonios de los granjeros y masovers para que expliquen cómo es su vida y cómo era la de sus antecesores. Con estas entrevistas se ofrecerán charlas informativas para animar a que la tradición no se pierda.

BANCO DE TIERRAS // Esta iniciativa, según explica el alcalde del municipio, Santiago Pérez, entroncaría de manera directa con otro proyecto puesto en marcha en otras localidades: el banco de tierras. Con este se aprovecharían las parcelas sin cultivar y se pondrían a disposición de aquellos ciudadanos interesados en plantar vegetales y cuidarlos.

El objetivo es que allí se desarrollara la agricultura ecológica o los cultivos energéticos, como la biomasa “para apuntarse a las últimas novedades y abrir un nuevo mercado y así aumentar las posibilidades de futuro”. H