El departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de la Vall d’Uixó trabaja en la actualidad en la posibilidad de crear un nuevo archivo histórico para dar respuesta a la carencia de un espacio específico, cuya reivindicación es casi tan antigua como algunos de los documentos que pretenden preservar con su materialización.

Las alternativas existentes desde el punto de vista patrimonial son escasas. Así lo reconoce la concejala de Urbanismo, Francesca Bartolomé, quien recuerda que la ciudad «no tiene edificios ni terrenos públicos donde poder construir una infraestructura nueva». Sin embargo, profundizan en una propuesta formulada por el arquitecto municipal que consiste en «ampliar las traseras de las casetes dels mestres. Sería la opción ideal», asegura.

El planteamiento considera viable conectar los patios creando un edificio anexo que permitiera trasladar la documentación que se conserva en el actual museo de historia, con una evidente carencia de espacio, ubicado precisamente en una de esas viviendas de la avenida Jaume I.

Porque, según lamenta Bartolomé, «nunca antes ha habido alguien que se preocupe por estas cuestiones», por lo que defiende que el actual equipo de gobierno «está realizando un esfuerzo», desde el punto de vista de la conservación del patrimonio, como se constata con el inicio de las obras de recuperación de la antigua Fàbrica de la Llum para crear el reivindicado Museu d’història, donde está previsto localizar una de las fuentes documentales más importantes de la localidad, el archivo de la fábrica Segarra.

DOCUMENTACIÓN pública / En el espacio municipal almacenan documentación del consistorio desde el año 1879 en armarios compactos que garantizan una mínima preservación, aunque con limitaciones porque, según los especialistas, un archivo en condiciones requiere de «sistemas de seguridad a todos los niveles (hidrómetros, control de plagas, iluminación...)», lo que supone una importante inversión.

Bartolomé avanza que la intención del equipo de gobierno es tener listo un anteproyecto para el 2019, lo que significa que el inicio de las obras, como pronto, no sería posible hasta la próxima legislatura. A su vez, apunta que esta podría ser una salida para el archivo histórico del Juzgado de Paz, cuya conservación urgía el equipo de trabajo, atendiendo a que se almacenan registros del siglo XIX en condiciones muy poco adecuadas, lo que supone un riesgo de deterioro irreversible.