Todavía faltan extensos estudios para determinar el peligro sísmico en la zona de influencia del planta de gas del Castor. Así lo indica el informe del Instituto Geológico Minero y el Instituto Geográfico Nacional que encargó el Ministerio de Industria al de Fomento para esclarecer las causas de los terremotos en el norte de la provincia en septiembre del año pasado y que alcanzaron los 4,2 grados en la escala Richter.

Es el mismo documento que relaciona de modo directo la inyección de gas con los seísmos, tal y como ya reveló Mediterráneo.

La razón es el descubrimiento de una falla desconocida que, según los expertos, es la que ha causado los movimientos y no la de Amposta, como se presumía en un principio. Por este motivo, afirman que, al tratarse de un fenómeno “no cartografiado”, se hace necesaria su investigación y, para ello, se ha de realizar “una investigación muy especializada por geólogos con experiencia en sismotectónica”. Además, informan de que “en España es habitual que las fallas responsables de sismos no rompan en superficie y se necesitan análisis específicos para identificarlas”. Ya en el trabajo se advertía de que habían faltado más pesquisas en los estudios preliminares para otorgar los permisos a este proyecto gasista y este sería uno de ellos, ya que no se tuvo en cuenta esta característica geológica, tal y como también dio a conocer este rotativo.

profundidad // Asimismo, los expertos consultados por este rotativo consideran que los próximos análisis “se alargarían durante meses”, ya que “se necesitaría sumergir en el mar los medidores en profundidad para cartografiar la falla y conocer sus características y su incidencia sísmica”.

Incluso, el colectivo opositor al proyecto, la Plataforma en Defensa de les Terres del Sénia, asegura que se tendrá que realizar “un complejo trabajo de investigación, lo cual respalda las tesis de los eruditos en la materia que advertían sobre la necesidad de ejecutar al menos dos años de trabajos para ofrecer conclusiones sobre los peligros sísmicos reales de la zona”. “Así, se pone de evidencia la falta de previsión de la empresa Escal UGS y del Gobierno en la gestión del riesgo y sus consecuencias”, aseguraron.

Las conclusiones finales del análisis indican claramente que los movimientos “tienen una relación directa con la inyección de gas del programa Castor”.

Diferentes formaciones políticas pidieron ayer el desmantelamiento de la planta marítima. Por su parte, desde Escal UGS aseguraron que siguen trabajando para que la instalación sea “segura y operativa” y resaltaron que la última palabra sobre su futuro es del Ministerio de Industria. H