Benicarló está de moda. «Todos los hoteles y apartamentos turísticos estaban completos el pasado fin de semana, con los actos centrales y más multitudinarios de la Festa de la Carxofa», aseguró la alcaldesa, Xaro Miralles. El boom turístico ha alcanzado también a las poblaciones vecinas, como Vinaròs y Peñíscola, que han visto incrementada significativamente las reservas en sus establecimientos. De hecho, las buenas cifras de ocupación han llevado a que algunos empresarios hoteleros de Peñíscola se planteen alargar la temporada. «Habitualmente, algunos alojamientos permanecen cerrados hasta Semana Santa porque enero es temporada baja, pero barajan la posibilidad de abrir antes el año que viene para dar servicio a los visitantes que vienen a esta fiesta», avanzó la primera edila.

La concentración de autocaravanas que se convocó en la ciudad con motivo de esta celebración registró una asistencia récord, de más de 500 vehículos.

El tirón y el impacto económico que tienen los actos en torno a la reina de la huerta también se ha hecho notar en los restaurantes, bares y cafeterías. El presidente de la asociación local, Iván Alemán, indicó que la tendencia al alza se constató desde el primer día. «En la inauguración de las jornadas del pincho se agotaron en minutos más de 1.000 unidades», apuntó. Y los establecimientos vendieron entre un 20% y un 40% de estos bocados.