Antes de final de año, tal y como se ha comprometido el Ministerio de Fomento, el tramo de la antigua N-340 que corresponde a Benicarló ya no tendrá baches. Paralelamente, la carretera pasará a ser de titularidad municipal. Un trámite que se ha retardado por las exigencias de obra del Ayuntamiento y, tres años después, se ratificará el acuerdo plenario del 18 de diciembre del 2014, que proponía la solicitud de cesión gratuita del vial a su paso por el municipio, punto que se aprobó por unanimidad.

La alcaldesa, Xaro Miralles, confirmó ayer en una reunión con Carreteras, en València, los pasos a seguir para lograr una de las reivindicaciones más destacadas de los últimos años. «Tras varios encuentros con el jefe de Demarcación, Ismael Ferrer, ha mostrado que están dispuestos a arreglar la calzada a cambio de la cesión. Aceptamos las condiciones que servirán para avanzar en lo que queremos que sea este trazado, tanto a corto, como a largo plazo, porque había acciones que no podían esperar», explicó.

pavimento // Al respecto, Miralles detalló que las actuaciones previstas, que arrancarán a mitad de noviembre y finalizarán antes de que acabe el ejercicio, con un coste de cerca de 200.000 euros, se centrarán en «pavimentar los puntos más deteriorados y limpiar las cunetas». Paralelamente, Fomento realizará los trámites para pasar la propiedad de la carretera al consistorio, con un documento de cesión que firmará próximamente el propio ministro, Íñigo de la Serna.

El plan de obras se centrará en un recorrido de 6,878 kilómetros, entre los puntos 1.041,190 y 1.048,068 de la antigua N-340 que conecta Peñíscola y Vinaròs, a su paso por Benicarló, concretamente, entre el límite de término peñíscolano y el barranco de Aiguaoliva, donde antiguamente estaban los bomberos. Un tramo que presenta muy mal estado con baches que dificultan la circulación de los vehículos. En esta zona, el Ayuntamiento tiene previsto hacer el vial más estrecho y construir rotondas para la futura conversión en un bulevar, dentro del desarrollo urbanístico para el futuro de esta localidad.

en ‘stand by’ // Por su parte, desde Vinaròs, donde también están pendientes que la vieja nacional pase a ser de titularidad municipal y la ejecución de actuaciones de adecuación, su alcalde, Enric Pla, explica: «Nos reunimos con Ferrer en septiembre y estamos a la espera de que nos contesten, pero lo que tenemos claro es que no aprobaremos una cesión hasta que no haya un compromiso firme de actuaciones, con unas promesas aceptables y ajustadas, sin que parezca un chantaje». «Nosotros tenemos unos 16 kilómetros a arreglar, que son los que hay en nuestro término, y no parece que desde Fomento tengan muchas ganas de invertir en estas obras», puntualiza el alcalde.