El Ministerio de Fomento inicia mañana las obras en la N-232 para reparar el puente de la Bota, en Morella, por lo que permanecerá cortada al tráfico al menos dos meses. Esta actuación llega con casi un año de retraso y cuenta con un presupuesto de 418.850,8 euros. La iniciativa se pone en marcha sin que se haya producido la reunión solicitada por el alcalde, Rhamsés Ripollés, al subdelegado, David Barelles, para coordinar con las administraciones afectadas la gestión de este corte de la vía de comunicación directa con Vinaròs.

El primer edil morellano se mostró ayer muy «molesto» por la información que le comunicó la Subdelegación de Gobierno sin haber tenido lugar la reunión que solicitaron. Ripollés tildó de «descoordinación» este inicio de las obras y su opinión sobre estas es «negativa», ya que les parece que «no es forma de hacer las cosas», matizó el munícipe, quien insta a Subdelegación a fijar fecha para dicha reunión.

Fomento dispone como vía alternativa al tráfico rodado el desvío por Ares y por Catí y volver a la N-232. Esto supone «al menos media hora de retraso» para ir a Vinaròs, lo que afecta al tema sanitario, indica Ripollés. Por contra, el alcalde pide activar la pista que pasa por el fondo del puente, que ya se utilizó en la guerra civil, para solucionar el paso. H