La fiesta medieval del fuego de Forcall, declarada Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Autonómico, volvió este fin de semana, con el ritual en el que los demonios portan a Sant Antoni y Sant Pau hacia la hoguera. Santos y demonios desfilan por las calles de Forcall visitando las bodegas situadas en la casa de los mayorales. La comitiva de la Santantonà la encabezan y cierran los cremallers, que prenden fuego a la hoguera con las teas que portan en sus plataformas metálicas.

La jornada de ayer contó con la misa en honor al santo, y la procesión general. Acto seguido han llegado Les Grupes, con el recorrido por las calles. Las costumbres ancestrales volvieron con la representación de la llaurà y la sembrà, ceremonia mágica en la que se desean buenas cosechas. Posteriormente se hizo el Carnaval, que coincide con Sant Antoni.