La oposición tumbó ayer la moción de confianza ligada a la aprobación del presupuesto presentada por Compromís per Borriol y encabezada por el alcalde, Silverio Tena, que gobierna en minoría.

Como ya habían avanzado tanto los populares como Veïns, exsocio de gobierno, Tena recibió un «no» a la cuestión planteada en un pleno en el que estuvo acompañado por representantes de su partido como el conseller de Educación, Vicent Marzà; el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedeu; la diputada autonómica, Mònica Alvaro; o el diputado provincial, Xavier Trenco.

PLAZO DE 30 DÍAS //

La negativa abre ahora un periodo incierto en el Ayuntamiento, pues existe un plazo legal de 30 días para que la oposición mueva ficha y presente un ejecutivo alternativo o se aprobarán las cuentas, como pretende el primer edil. El munícipe agota, de este modo, uno de sus últimos cartuchos para tratar de desbloquear unos presupuestos prorrogados hace ya tres años.

Tal y como matizó la formación, «la situación de parálisis económica no puede mantenerse por más tiempo. Es primordial un desbloqueo urgente para poder hacer frente a las necesidades actuales». Es más, el alcalde lamenta que «muchas subvenciones se han dejado perder por no poderse hacer cargo presupuestariamente el consistorio».

Tena llevó al pleno el presupuesto presentado en noviembre del 2016. Se trata del segundo que elabora el gobierno.

¿Y AHORA QUÉ?

El portavoz de Veïns, Jordi Carballeira, insistió en que no va a mover ficha, frente al popular Iban Pauner, que abre una ronda de reuniones con afiliados y dirección provincial para determinar sus opciones. Estas pasan por alegar las cuentas e, incluso, por presentarse como cabeza de lista para un gobierno alternativo.