Muchos lo viven como uno de los días más señalados del año, y a pesar de las gotas caídas del cielo, no dudaron en disfrazarse junto a su familia y amigos para salir en el desfile principal del carnaval de Peñíscola. En esta edición, un total de 16 comparsas tomaron parte en este evento, que partió desde la plaza San Isidro y que recorrió los viales principales del núcleo suburbano, hasta llegar a la plaça de Bous. Como de costumbre, hubo colectivos de todo tipo, desde familias enteras que reunían a varias generaciones hasta grupos de jóvenes, que constituyeron el relevo y la continuidad de una de las programaciones más esperadas del invierno en la localidad.

La variedad también fue patente en la temática elegida para los disfraces. Los espectadores disfrutaron de las confecciones de fantasía que se lucieron al ritmo de la música de baile, así como de creaciones inspiradas en animales, o en la apariencia vinculada al cine o la televisión. La mayor participantes tuvieron acompañamiento gracias a los equipos de altavoces y charangas ofrecidos desde la Concejalía de Fiestas, y que se coordinaron mediante las reuniones de preparación en fechas anteriores.

No solo se divirtieron los que se concentraron para lucir vestido. El público asistente siguió las evoluciones desde la barrera, especialmente en sitios tan concurridos como la avenida España.

CARPA / Esta jornada central tuvo como conclusión la verbena celebrada dentro de la carpa ubicada en la plaza Santa María, y que finalizó de madrugada tras una sesión de discomóvil para los que quisieron apurar la juerga. Hoy se cierra la agenda, con el segundo de los desfiles, enfocado sobre todo en los más pequeños, que concluirá con una fiesta infantil y chocolatada en el entoldado, antes de proceder al punto final del entierro de la sardina.