Los vecinos de Borriol fueron en procesión este lunes hasta la ermita de Sant Vicent y cumplieron de este modo con la tradición. Los quintos llevaron a hombros la peana con la imagen del santo desde la iglesia de Sant Bartomeu hasta el ermitorio, en un viaje que partió a las 9.30 horas.

A lo largo del trayecto de salida del municipio, poco a poco, se fueron sumando personas que participaron del traslado. También cubrieron todo el recorrido los integrantes del Grup de Danses L’Hereu, ataviados con trajes tradicionales, y dieron una pequeña muestra de su repertorio una vez finalizada la eucaristía.

Pere Saborit fue el encargado de presidir la misa en un templo que se quedó pequeño para acoger a los presentes. Una vez culminó la celebración eucarística, que contó con la participación de la Coral Borriolenca, dirigida por Henri Bouché; y con la presencia de la corporación municipal, es tradicional darse una vuelta por el exterior para ver y adquirir algún producto de los expuestos en los puestos ambulantes.

El alcalde de la localidad, Silverio Tena, destacó «la alta participación de estas fiestas y el buen tiempo» que les acompañó. Y añadió que «el que el domingo pasado se reunieran 2.300 personas en la fiesta de las paellas para una población de 5.000 habitantes, de los cuales 4.000 están en el casco urbano, es una cifra muy importante y hay que agradecer la implicación ciudadana».