La inspección detectó más de 1.200 pequeñas construcciones y reformas y 800 piscinas no regularizadas en Vinaròs. La última actualización catastral ha propiciado numerosas quejas de ciudadanos debido al incremento en el impuesto de bienes inmuebles (IBI) correspondiente a los años 2012-2015 al no haber declarado estas modificaciones.

La concejala de Hacienda, María Cano, matizó ayer que “no se trata de una inspección realizada por el Ayuntamiento, sino por parte del Ministerio de Hacienda” y que “no fue a esta corporación, sino a la anterior a la que la Dirección General del Catastro pidió permiso para realizarla mediante la utilización de drones”.

La Dirección General del Catastro ha detectado un buen número de edificaciones en el término municipal que no estaban regularizadas. “Lo que se ha mandado ahora al cobro es la regularización de este valor catastral”, explicó Cano, quien señaló que los ciudadanos que quieran realizar alegaciones a estas valoraciones deben acudir a la oficina de Vinaròs del Servicio de Gestión, Inspección y Recaudación de la Diputación de Castellón ubicado en la plaza María Conesa o directamente al Catastro. H