Almassora despidió ayer a los maestros de Cano. Maestros, también, de la tauromaquia. La exposición Cano: figura entre maestros cerró ayer sus puertas al mismo tiempo que las Jornades del Bou, después de que centenares de personas la hayan contemplado en el Espai Mercat desde el 27 de enero. La muestra fotográfica, gestada por el Museu Taurí de la Diputación de Valencia, está dedicada al gran fotógrafo y aficionado Francisco Cano, Canito, que falleció el pasado julio meses antes de cumplir los 104 años de edad. Una vida muy longeva que le permitió codearse con figuras señeras de todas las épocas.

Entre las 81 instantáneas destaca una de 1946, previa a un paseíllo de Manuel Rodríguez, Manolete, de quien un año después sería su último fotógrafo. Cano fue el único que capturó con su cámara la cogida del toro Islero. La muerte del monstruo de Córdoba dio vida a su fama tras aquel 28 de agosto de 1947.

Cano llegó a Linares con Luis Miguel Dominguín, al que le unía una gran amistad, al igual que con Antonio Ordóñez. Ambos maestros estuvieron en su objetivo y son parte de la muestra. El de Ronda, acompañado de Orson Welles o Ernest Hemingway. Personajes habituales de los tendidos, en los que también se fijó este cronista de la tauromaquia.

Otras figuras inmortalizadas son José María Manzanares, Juan Belmonte, Paquirri con pañuelo Sanferminero, y de campo a un joven Joselito en un herradero de hace 30 años. Las mujeres no escaparon a Canito, con retratos de toreras como Conchita Cintrón o Cristina Sánchez.

Además de la clausura de la muestra, estaba previsto un encierro infantil, que se tuvo que cancelar a consecuencia de la lluvia y del viento de las primeras horas de ayer. Debía ser el broche al ciclo taurino, organizado por la Comissió del Bou de la Junta Local de Fiestas.