La guardería rural del consorcio gestor del paisaje protegido de la desembocadura del río Millars, formado por los ayuntamientos de Almassora, Burriana, Vila-real, la Diputación y la Generalitat, denunció ayer otro vertido ilegal en la zona fluvial protegida.

En esta ocasión se trata de un inmenso derrame formado por lodos mezclados con gran cantidad de botellas y bolsas de plástico, latas, tubos, telas, restos de basura y otros deshechos. Los restos se han encontrado entre el puente de la autovía CV-10 y el de la autopista AP-7, en el término de Vila-real. Es una enorme escorrentía de lodos de unos 300 metros que cayó por la ladera del margen derecho del río y después se precipitó por un acantilado de 25 metros hasta el cauce. La investigación por estos hechos continúa abierta.

La afección se da en un espacio de gran valor ecológico, tanto por la presencia durante los últimos años de nutrias (Lutra lutra) como por la vegetación mediterránea y rupícola que crece tanto en la ribera del río como en los acantilados que abarcan el camino del Millars hacia el Mediterráneo.

ENCUENTRO // La queja pública por estos hechos coincidió en una jornada en la que se celebró una reunión delcConsorcio en el ayuntamiento de Burriana. En la misma, abordaron la población de jabalís --especialmente en Almassora--, la grafiosis que afecta a los olmos del entorno fluvial, la regeneración vegetal y el cumplimiento del caudal ecológico en el tramo de la desembocadura.

Los representantes de las instituciones que forman parte del ente también aprobaron las cuentas generales del 2017 e incidieron en el valor ambiental de la presencia de la nutria en el río.