Varapalo económico para el Ayuntamiento de Cervera. Y es que el juez ha requerido al consistorio que haga frente al pago de una sentencia que le obliga a abonar 1,75 millones de euros más intereses (en total, 2,2 millones de euros) a una decena de propietarios de terrenos sobre los que se levantó la planta de tratamiento de residuos de la localidad.

Los hechos se remontan al momento de la expropiación de las parcelas. Entonces, el Consorci Castelló Nord no estaba capacitado para llevar a cabo este trámite y lo asumió el consistorio. Fuentes cercanas al caso matizan que las gestiones se realizaron correctamente, aunque es cierto que, en estos casos, los afectados cuentan con la opción de exigir una mayor valoración por el suelo y los tribunales tienen la última palabra, como así ha sucedido. Es por ello que la sentencia se dirige al Gobierno municipal.

Este rotativo ha confirmado que, en la actualidad, el Ayuntamiento negocia con los damnificados las fórmulas de pago menos gravosas para la localidad. En concreto, se habla de abonar en primer lugar los 1,75 millones iniciales y, después, los intereses; así como de establecer un plan de ingreso a varios años, lo que permitiría minimizar el impacto.

EL TRIPLE DEL PRESUPUESTO

Y es que, con una población de unos 800 habitantes, Cervera es un municipio con un presupuesto anual que ronda los 720.000 euros. De este modo, los 2,2 millones que debe asumir ahora implican triplicar el montante total con el que cuenta la población para asumir la gestión diaria.

La planta de residuos de Cervera se inauguró en el mes de abril del 2012. Su gestión recae en el Consorci Castelló Nord, que está formado por la Generalitat (25%), la Diputación de Castellón (15%) y un total de 49 municipios que son los que llevan hasta ella su basura para la posterior gestión.

En concreto, el moderno complejo dispone de dos líneas de tratamiento, una para materia orgánica y residuos verdes (compostaje) y otra para la fracción resto.

Se trata de una instalación que contó con una inversión cercana a los 40 millones de euros y que tiene capacidad para tratar hasta 120.000 toneladas al año.

La puesta en funcionamiento la planta de Cervera también supuso la activación de las instalaciones de transferencia de residuos urbanos de Vilafranca y Benlloch para mejorar el servicio y generó 79 puestos de trabajo.