L’Alcora ha decidido alargar su comedor de verano hasta que empiece el curso escolar para que los niños de familias con escasos recursos accedan a una alimentación saludable. En principio, este servicio concluía el 18 de agosto.

Esta decisión ha sido posible gracias a la ayuda de 7.150 euros que ha recibido el Ayuntamiento por parte de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas dentro del programa de atención de necesidades básicas a menores en riesgo de exclusión social. Otra de las novedad es que, además de la comida, el Ayuntamiento ha decidido también aportar la merienda a estos menores.

La iniciativa puesta en marcha por el consistorio alcorino, a través del área de Servicios Sociales, garantiza las necesidades de alimentación y actividades complementarias a estos menores en el periodo estival. El objetivo, como explica el concejal de Políticas Inclusivas, Agustín Chiva, es “facilitar también en verano, periodo en el que los comedores escolares están cerrados, un menú adecuado a cada menor que favorezca su buen desarrollo, respetando las posibles características especiales de salud de los menores”.

Los menús son retirados por las familias, a las que se les entrega los correspondientes tíquets, en un establecimiento de catering de la localidad. Además, por lo que respecta a las actividades complementarias, el Ayuntamiento reservó plazas en la Escola d’Estiu de este año para menores en situación de vulnerabilidad. H