El Ayuntamiento de l’Alcora ha conseguido 60.000 euros de la Generalitat valenciana para acometer este año una primera actuación en la Real Fábrica del Conde de Aranda. Una ayuda que se suma a los 130.000 euros anunciados por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el conseller de Cultura, Vicent Marzà, para el 2018. Esta actuación, cuyas obras está previsto que se liciten la semana que viene, se centran en el acondicionamiento y puesta en valor de los hornos árabes para hacerlos visitables.

Estos «se encuentran en buen estado de conservación y constituyen una verdadera joya de la arquitectura en ladrillo cerámico y ejemplo de construcción e industria sostenible», tal y como recoge la memoria valorada del proyecto, redactada por el arquitecto técnico, ingeniero de edificación y doctor en Ciencias, Joaquín Cabrera. De hecho, se trata del «exponente más significativo de la conexión entre la loza y el sector de la azulejería moderna», por lo que «se justifica su restauración, su conservación y rehabilitación para nuevos usos».

El programa de consolidación de los hornos contempla la limpieza general, el apuntalamiento de la estructura (vigas, forjados y armaduras de cubierta), la recuperación, la demolición de elementos impropios y realización de sondeos arqueológicos en el entorno para valorar el estado que presentan otras estructuras subterráneas y plantear con más datos el proyecto para el 2018.

Sobre la concesión de estos 60.000 euros, desde el gobierno local la califican de una «muy buena» noticia para l’Alcora.

Destacan que se trata de «otra muestra del firme compromiso de la Generalitat con este importante proyecto para el municipio» que «se suma a las ayudas comprometidas por el Consell para 2018, anunciadas por Puig y Marzà en sus visitas a la localidad para conocer de primera mano el ambicioso plan previsto».

Por ello, tildan de «fundamental» la colaboración de todas las administraciones y también del sector privado, resaltando que «la importancia de la Real Fábrica trasciende más allá de lo local». Se trata de «una importante actuación de gran valor cultural, histórico, patrimonial, urbanístico y turístico», concluyen.