L’Alcora ingresará 200.000 euros procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). El Ayuntamiento recibió ayer una notificación de la Dirección General de Administración Local en la que se confirma la concesión de esta ayuda, enmarcada en el plan estratégico global de turismo de la Unión Europea para potenciar las inversiones en inmuebles de patrimonio cultural.

La subvención se destinará a cofinanciar la segunda fase del proyecto de recuperación y puesta en valor de la Real Fábrica del Conde de Aranda, que tiene como finalidad hacer visitables y accesibles los hornos árabes --datados en torno al 1805-- y la nave anexa, uno de los espacios de mayor importancia histórica y patrimonial de la manufactura condal. Esta industria ocupa 9.000 metros cuadrados en pleno casco urbano de la localidad.

Entre la actuaciones, se sustituirá la cubierta de fibrocemento del edificio de la antigua fábrica Azulejos BIC SL --que se encuentra al lado del inmueble de los hornos-- por otra más apropiada y se habilitará un espacio diáfano que dispondrá de más de 1.500 metros cuadrados para eventos culturales y celebraciones.

LOS DETALLES DEL PLAN

La financiación de este proyecto, que asciende a aproximadamente 500.000 euros, se completará con otras inversiones públicas y privadas, tal y como informaron fuentes del consistorio alcorino.

El gobierno municipal expresó su satisfacción «por esta destacada colaboración». Fuentes consistoriales remarcaron que permite «dar continuidad a un proyecto clave para el presente y futuro del municipio, como es la puesta en valor de los restos históricos».

«La ejecución de las actuaciones previstas servirá para hacer visitable uno de los espacios de mayor importancia histórica y patrimonial de la Real Fábrica y, por tanto, contribuirá de forma notable a atraer visitantes a nuestra localidad», manifestaron.

PUESTA DE LARGO

La línea de adecuación de este inmueble fabril se dio a conocer recientemente. El consistorio organizó unas jornadas de puertas abiertas para favorecer la participación dentro de la programación del Maig Ceràmic. Más de 500 vecinos --distribuidos en grupos de 15 personas-- se sumaron a la cita y conocieron el valioso espacio.

El ambicioso plan pretende reconvertir esta industria a largo plazo. En concreto, esperan que finalice en 10 años, coincidiendo con el 300º aniversario de este símbolo de la cerámica. Los primeros alcorinos que recorrieron las instalaciones destacaron el privilegio de observar la manera en que se trabajaba antaño.