El Ayuntamiento de l’Alcora ha completado la señalización de la ruta que une sus cinco ermitas y que discurre por un trazado de 35 kilómetros a lo largo de su término municipal. Una iniciativa que se estrenará el próximo sábado, coincidiendo con la tradicional peregrinación por estos peculiares templos y que, con esta, alcanza su 23ª edición.

«Desde el consistorio, y especialmente desde el área de Promoción Turística, apoyamos la incorporación de nuevos senderos, y más concretamente el de las ermitas, que ponen en valor los peregrinos y que, ahora sí, ya cuenta con una señalización adecuada y promueve la práctica del senderismo y el disfrute de los magníficos paisajes de la villa», señala el alcalde, Víctor Garcia.

La Ruta de les Ermites PR-120, que es su denominación oficial, comunica los templos repartidos por el término municipal. El recorrido se inicia en el calvario y continúa en dirección a la Cueva del Ángel y el Mas de Marco.

VALOR ETNOLÓGICO

El valor etnológico del trayecto arranca desde el primer minuto y pasa por la pedanía de Araia --ermita de San Joaquín y Santa Ana--. Y tras discurrir por el Mas del Rogle y superar el camino de Las Calzadas y el barranco del Salto del Caballo, se asciende hasta la Cruz de Torremundo, el punto más elevado del municipio, a 717 metros de altitud sobre el nivel del mar.

La ruta prosigue por los ermitorios de San Cristóbal, del Calvario y San Vicente, para seguir en dirección al de San Miguel, en la pedanía de la Foia, alcanzando el molino Matraca. Continúa por la Mina de Cabres, desde donde se accede a la Cruz de los Peregrinos de las Ermitas; y desciende por el castillo de l’Alcalatén hasta llegar al templo del Salvador y acabar, de nuevo, en el casco urbano.

El sábado, a las seis de la mañana, tendrá lugar una misa de peregrinos en el calvario, como acto previo a la peregrinación en la que participan decenas de devotos y cantores, además del cura que porta la reliquia.