Por fin llegó el momento. Tras meses de retrasos por trámites burocráticos y de seguridad, ayer se comenzó a demoler el grueso del edificio del instituto Honori García de la Vall d’Uixó.

Poco antes de las 15.00 horas, y ante las miradas de algunos curiosos que se encontraban en esta céntrica zona, una gran grúa excavadora empezó a derribar el que fue en su día todo un símbolo educativo y que cerró sus puertas tras detectarse aluminosis al finalizar el curso del año 2010.

Según lo previsto, mañana, tras dos días de intenso trabajo, no quedará nada en pie de lo que ha sido el centro donde muchos estudiantes han cursado sus años de Secundaria. Así lo confirmó ayer a Mediterráneo Ignacio Álvarez, encargado de las obras.

Hace dos semanas que dieron comienzo las labores previas a la actuación. A finales de julio ya se tiró la casa del conserje y el teatro dentro de la primera fase de los trabajos. Sin embargo, la primera semana de agosto el recinto fue acondicionado, con las principales instalaciones aún por derruir, para instalar las carpas de les Penyes en Festes. La Conselleria de Educación confirmó entonces el inicio del segundo periodo de las obras, que empezó ayer y que se centra en el edificio central.

Como afirmó Álvarez, el trabajo completo se realiza en cerca de cuatro semanas, puesto que los últimos días se han empleado para quitar las tuberías de fibrocemento. Estos conductos suponían un peligro añadido debido a la toxicidad del material con que están hechos. Y es que fue necesario extraerlos cuidadosamente antes de la demolición final. Además, los trabajos de preparación también comprendieron tareas de desescombro y adecuación del recinto del centro educativo.

COMENZAR DE CERO // Fuentes de la empresa matizaron que las obras se han retrasado al dividirse en dos fases, puesto que “es como comenzar desde cero. Hay que entrar y poner en funcionamiento de nuevo las máquinas”.

El Honori García ha formado parte de la historia reciente de la localidad. Atrás quedan sus 37 años de existencia durante los cuales muchas generaciones de jóvenes han vivido su época de estudiantes en él. Sus orígenes se remontan a la década de los 70, cuando fue construido para acoger el instituto Mixto, que en ese momento contaba con 115 alumnos y 15 profesores. En mayo de 1975 el claustro de profesores decidió, tras una votación, ponerle su nombre en castellano, en honor a un vecino de la Vall d’Uixó, notario de profesión, además de una figura de referencia dentro de la cultura valenciana. H