A solo un mes, las fallas de la provincia ya están calentando motores pese a que la crisis ha hecho mella en ellas. Y es que los falleros no quieren renunciar a la fiesta, aunque la situación económica ha obligado a replantearla para no eliminar ciertos actos que son imprescindibles, como la tradicional ofrenda de flores.

Por ello, el recorte más significativo se ha aplicado en los monumentos, tal y como destaca el presidente de la Federació de Falles de Burriana, Josep Nos: “la rebaja de la inversión se sitúa entre el 30% y el 50% con respecto a otros años”, relata. Si antes una comisión grande dedicaba unos 40.000 o incluso unos 60.000 euros para las figuras, ahora solo destina entre 20.000 y 30.000.

Otras rebajas destacadas se aplican en “actos protocolarios, flores, decoración o regalos, entre otros”, indica Nos. En cuanto al Ayuntamiento, las subvenciones a las agrupaciones se mantienen, aunque la asignación para las fiestas se ha reducido y se han eliminado actividades como mascletàs o actos lúdicos en las calles.

Los recortes se extienden también a las otras dos localidades falleras por excelencia: la Vall y Benicarló. En el caso de los valleros, el presidente de la junta fallera, José Francisco Mora, señala que “las comisiones aguantan como pueden, pero no quieren quedarse sin celebración, por lo que rebajan gastos del monumento”.

En cuanto a Benicarló, las agrupaciones consultadas coinciden en señalar que se ha prescindido de costes como la pirotecnia y el representante de la organización fallera, Pedro Manchón, indica que “la voluntad de las entidades hace que todo salga adelante, pero, si sigue todo así, el próximo año será aún más difícil”.

CALENDARIO caprichoso // No obstante, para este año las perspectivas son mejores que las del año pasado porque el calendario es más benévolo al caer Sant Josep en lunes. Esta circunstancia favorece a Benicarló porque “se puede aprovechar el fin de semana y serán tres días de fiesta nocturna asegurada, con el consiguiente beneficio para las comisiones”, explica Manchón. Además, favorecerá la llegada de visitantes durante todo el fin de semana, “por lo que se vivirá un buen ambiente”, asevera.

No obstante, para Burriana los caprichos del calendario se pueden interpretar de dos formas, ya que coincide con las fiestas de la Magdalena de Castellón. La cercanía con la capital de la Plana “restará visitantes por la noche”, indica Josep Nos, ya que gente de Almassora, Vila-real o Nules que solía venir se decantarán por la celebración castellonense.

Sin embargo, Burriana ha ido aplicando medidas anti-crisis, como una red de compras unificada para ahorrar gastos y adquirir productos conjuntamente. H