Todo apunta a que con la votación no se ha dado por zanjado el proceso de democratización de la Junta Local Fallera (JLF) de la Vall d’Uixó. Al menos, eso se desprende del comunicado hecho público por Ja Estem Tots, que denuncia que el ganador, Alexandre Alventosa, «no ha sido el candidato más votado por los abonados».

Detrás del malestar hecho público por esta comisión, compartido, en principio, hasta por dos más, Guitarrista Tárrega y Pensat i Fet, está su oposición al sistema de elección escogido en asamblea, en virtud del cual no se seleccionaba al ganador de forma directa por el número total de votos obtenidos, sino que se debía realizar una elección previa en las fallas, de manera que el vencedor en cada una de ellas obtenía 3 puntos y el segundo, 2. De los 208 escaños contabilizados, 101 fueron para Alventosa y 107 para Caso, pero atendiendo a la suma de puntos obtenidos, el primero tuvo 13 y el segundo, 11.

DIFERENCIA DE INSCRITOS / Lo que se pretendía es que, según se defendió en su día, independientemente de la cifra de abonados de cada agrupación, todas tuvieran el mismo peso a la hora de escoger a los representantes. Porque, como se puso de manifiesto en las votaciones individuales, mientras que en algunas fallas se rondó el medio centenar de implicados, en otras no alcanzaron ni la decena, dado que solo votaron las propias juntas directivas.

Desde Ja Estem Tots, a la que pertenece el candidato perdedor, Francisco Javier Caso, defienden que su pretensión con su participación en este proceso era conseguir «unas Fallas abiertas a todos, plurales, inclusivas, críticas y democráticas», pero lo sucedido las «aleja de ese camino», subrayan. Y es que, además de lo expuesto, inciden en que la candidatura de Alventosa solo cuenta con representantes de cuatro de las ocho comisiones que existen en la localidad, mientras que la de Caso integraba hasta a siete.

POSICIONES CONTRAPUESTAS / En un comunicado hecho público poco después de conocerse el resultado del proceso electivo, el propio vencedor calificaba el momento como «histórico». A su parecer, tras las elecciones, «ahora sí», la Junta Local Fallera les «representa». Una afirmación que negaron quienes se han posicionado enfrente. De hecho, desde Ja Estem Tots tildan de «incoherentes» estas declaraciones, dado que, desde su punto de vista, «en el anterior modelo sí que estaban incorporadas todas las organizaciones y eso, ahora, no pasa porque la mitad se queda fuera de la toma de las decisiones».

Así, la revolución que significaron las elecciones para la JLF está lejos de haber finalizado y el cambio promete ser convulso.