Los padres del colegio Regina Violant de Almassora se pusieron ayer manos a la obra para terminar el centro educativo. A la espera de retomar los trabajos, la AMPA se puso la ropa de trabajo para hacerse oír. En esta ocasión, por carnaval.

Un centenar de personas, según fuentes de la asociación, recorrieron la distancia que separan los barracones que dan forma a las instalaciones provisionales hasta el ayuntamiento, acompañados de la música de una batucada. «Cuando ha terminado la celebración escolar hemos ido en procesión como acto reivindicativo», señaló la presidenta de los padres de los alumnos, Esther Igual, quien junto a otros participantes lució un casco de albañil. Otros vistieron mono de trabajo, mientras la construcción permanece parada en el solar habilitado para ello.

Protesta original

«Los niños se merecen un colegio digno», rezaban los panfletos con los que posaron pequeños y mayores en la plaza Pere Cornell, donde tiraron confeti, en una protesta repleta de originalidad.

La iniciativa coincidió en la semana que la Conselleria de Educación anunció la rescisión con la empresa adjudicataria, tras un año con la obra bloqueada por los modificados solicitados.

Una noticia que en la localidad fue recibida «con satisfacción y prudencia» en palabras de la alcaldesa, Merche Galí. El AMPA, por su parte, habló de «alegría contenida. Estaremos encima del asunto y siempre en guardia», tras saber que la empresa Torrescámara no iba a presentar más alegaciones y, por lo tanto, no irán a juicio.

Un asunto que también fue abordado el miércoles en Les Corts Valencianes. Todo con el objetivo de que en el año 2019 los niños del Regina Violant celebren el carnaval en las nuevas instalaciones tras demasiados años haciéndolo tras salir de los barracones actuales.