El Ayuntamiento de Benicàssim trasladará a la organización del Rototom Sunsplash la petición de los empresarios turísticos que solicitan retrasar el festival a final de agosto a partir del 2017, como publicó ayer Mediterráneo, pero velará por su permanencia. La alcaldesa de la localidad, Susana Marqués, manifestó ayer que su voluntad de dar traslado del comunicado (recibido por registro de entrada en el consistorio) al festival para que sea conocedor de esta pretensión de los empresarios. No obstante, recordó que “es una petición del tejido empresarial que ya hemos abordado y que no se ha podido solventar en los últimos años”. “La organización ya nos explicó sus argumentos para no celebrarlo la última semana de agosto y entendemos las razones empresariales y no podemos forzar”, apuntó.

La munícipe recalcó que por encima de todo “salvaremos los intereses generales del municipio y la decisión que más favorezca a la dinamización de la localidad”. Por ello, mostró el “apoyo unánime a los festivales y a su permanencia en Benicàssim, como motor económico, creación de puestos de trabajo y el posicionamiento de nuestro destino en el mapa turístico internacional”. “Y, en este caso, además, es una empresa que da trabajo a 40 familias durante todo el año”, añadió la primera edil. Una cifra que se dispara conforme se acerca el macroevento y mucho más aún durante su celebración.

La munícipe también expresó su voluntad de que los dos grandes festivales de Benicàssim, el FIB y el Rototom, convivieran “en el mes de julio”. “Pero ya se ha estado intentando y de momento tampoco ha sido posible, pues el grueso de su producción y los plazos de montaje son distintos”.

La propuesta firmada por las asociaciones Ehosbe (hostelería) y AETB (turísticos, como hoteles y cámpings, entre otros), sugiere las fechas del Rototom para los próximos cuatro años, según indican en el escrito, y esperan que la organización las considere. Así, en el 2017 piden que se lleve a cabo del 18 al 26 de agosto. H