Vinaròs rindió anoche un gran homenaje a su producto por excelencia con la celebración de la Fiesta del Langostino, el acto gastronómico y turístico de mayor tradición y antigüedad de la capital del Baix Maestrat. El evento, organizado por la Concejalía de Turismo, se celebró por cuarto año consecutivo en la plaza de España, detrás de la plaza de toros, donde se dispusieron numerosas mesas --una de las novedades de este año fueron las habilitadas para tres personas-- y el escenario con orquesta. En esta clásica cita del verano vinarocense se repartieron más de 300 kilos de langostinos y acudieron en esta ocasión más de 1.500 personas, entre ellas, la corte de honor de fiestas al completo. Vecinos y visitantes disfrutaron de una agradable velada y degustaron los langostinos al punto de sal preparados por los restauradores de la Asociación de Hostelería local, mientras que los postres fueron elaborados por miembros del Grup de Pastisseria. La velada fue amenizada por la Orquesta Platea.

Este evento confirmó que el protagonista de los platos vinarocenses es este crustáceo por su gran variedad de combinaciones con la que se puede degustar.

De hecho, la del langostino es una fiesta muy arraigada a la actividad turística de Vinaròs. No en vano, se celebra desde la década de los 60. De las primeras celebraciones destacan las de 1965. Ese año, el invitado de honor fue el genial pintor Salvador Dalí. Su visita situó Vinaròs en el mapa turístico nacional y, de paso, dio a conocer su producto gastronómico más destacado. Hoy en día continúan siendo una de las grandes atracciones en agosto.

La ciudad, además, organiza un Concurso Nacional de Cocina Aplicada al Langostino. Para su XVI edición, que se celebrará el 24 de septiembre, ya ha abierto el plazo de inscripciones.