Els Ports y los montes colindantes con Teruel han activado la fase 3 --y última-- del protocolo de la Generalitat valenciana para la prevención de la sarna en rumiantes, ante la aparición de casos en la misma reserva natural. Para cumplimentarlo, han comenzado el reparto de pienso y sal con medicamentos.

Un tratamiento que está dirigido para la especie de cabras hispánicas que cuenta con una superpoblación en la zona, tal y como han denunciado consistorios como el de Morella y los profesionales del sector primario.

La posibilidad de la entrada de la enfermedad es alta y pretenden controlar su expansión por la provincia. De momento, el procedimiento se aplica previo paso al control de los ejemplares afectados, una etapa que se activaría en caso de un avistamiento positivo de un rumiante infectado.

COORDINACIÓN // Los técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente, así como sus homólogos catalanes, junto a cazadores de ambos territorios, están coordinados en la puesta en marcha de medidas pertinentes. Juan Manuel Villuendas, presidente de la Sociedad de Cazadores El Maestrazgo, indica que ya han «repartido pienso con medicina para que las cabras refuercen sus defensas» y les explicaron la forma de actuar si detectan la sarna. «Afortunadamente, aún no hemos llegado a este extremo», subraya. En esa coyuntura, el reglamento marca que se debe abatir la cabra enferma, así como animales cercanos, por la alta probabilidad de que estén también contagiados.

En la parte montañosa de Beceite (Cataluña) esta afección ha causado estragos entre la población de cabras, por lo que Villuendas prevé que «más pronto o más tarde entrará aquí, porque erradicarla en su totalidad es muy complicado». No obstante, los técnicos y cazadores de la zona catalana han conseguido frenar el avance de la enfermedad, y la plaga no se está propagando tan rápidamente como se preveía durante los primeros análisis.

GANADEROS // A las dolencias en los animales salvajes, se une la posibilidad de contagio en las explotaciones ganaderas de la comarca. A los sobrecostes que les producen por invadir sus cosechas, habría que añadir los derivados de posibles tratamientos. El veterinario Diego Ibáñez apunta que deberían «desparasitar a todos los animales de la explotación, aumentan los gastos para el propietario, ya que este procedimiento no está cubierto».

Desde la Unió, el técnico Francis Ferreres apunta que «hay preocupación por los efectos económicos y la transmisión de la sarna» y pide al Consell «un censo real ya para concretar cómo actuar y controlar esta especie».