El Ayuntamiento de Moncofa ha tomado la decisión de extraer el agua que, durante los seis años de parálisis en las obras de construcción de la piscina cubierta, se ha ido acumulando en la parte inferior de la construcción.

El nuevo gobierno local ha iniciado los procesos administrativos para poder llevar a cabo el secado del foso. Toda el agua acumulada procede de las lluvias, dado que la infraestructura actual solo cuenta con el forjado de las distintas alturas.

La intención del equipo de gobierno es vaciar la instalación mediante bombas de extracción y, a continuación, sellar todas las zonas por las que el agua tiene fácil su entrada. En este sentido, el primer edil, Wenceslao Alós, ha explicado que, “según han informado desde el departamento de Urbanismo, el sellado de la parte inferior estaba en perfecto estado, por ese motivo pensamos que el agua existente procede de las lluvias. De todos modos, en cuanto se lleve a cabo el secado de dicho espacio, comprobaremos si también hay algunas filtraciones del nivel freático”.

“No queremos que los cimientos y los pilares de hierro tengan más deterioro del que están sufriendo. Además, tal y como se encuentra, actualmente, la imagen de abandono es total”, ha lamentado el primer edil. Por ese motivo, “queremos evitar la entrada de más agua y, por otro lado, queremos que la infraestructura no parezca que está sin ningún cuidado”, remarcó.

futuro incierto // A fecha de hoy, no se sabe cuál será el futuro de esta instalación, pero el hecho de que el Ayuntamiento haya invertido una importante cantidad procedente de las arcas públicas hace prever que esta construcción seguirá en pie muchos años, aunque tampoco se descarta el derribo como última solución.

Según fuentes oficiales, el municipio en solitario no podrá asumir el coste total de su construcción, que en su día superaba con creces los tres millones de euros.

La piscina municipal cubierta de Moncofa fue proyectada en los años de bonanza económica, cuando el consistorio moncofense gozaba de mayor liquidez presupuestaria. El esqueleto de la construcción se encuentra en el PAI Belcaire Norte, una de las zonas que, en su momento, fueron diseñadas para acoger a miles de vecinos. No obstante, la llegada de la crisis económica mermó de manera considerable los ingresos de las arcas municipal, lo que unido a la paralizaron de muchos proyectos de viviendas, ocasionó la decisión de paralizar esta infraestructura millonaria. H