Morella celebró ayer el día grande de Sant Antoni. Los actos en la capital de Els Ports arrancaron por la mañana, con la subida del santo desde el edificio de la Cofradía hasta la basílica Arciprestal. Desde allí partió la procesión en honor al patrón de los animales, para regresar al templo, donde se celebró la eucaristía.

El desfile de les grupes que corrió a cargo de los mayorales del 2017, la asociación Morella a cavall, cerró los actos matutinos.

Por la tarde, llegó el momento más desenfadado de la fiesta con la representación de las labores del campo con la sembra y la llaura, de la matanza con el mondongo y la obra teatral itinerante, la representación del Contrabando.

El Contrabando representa la lucha entre el cuerpo de carabineros y los contrabandistas en tiempos del estraperlo. Los contrabandistas, con los caballos cargados de alforjas de productos de contrabando, pasean por las calles sin rubor. Tras ellos, los carabineros tratan de darles caza para detenerles. Tras un encuentro entre ambos grupos, los contrabandistas consiguen engañar el capitán de los carabineros con agasajos y mentiras. El cuerpo armado sigue sus pasos hasta por fin detenerles y ajusticiarles en pelotón de fusilamiento en la pared de la casa cofradía, eje neurálgico de esta celebración en Morella.

La rúbrica al Sant Antoni de la capital de Els Ports llegó por la noche en el Espai Firal, con cena popular y actuación musical.