Con los estandartes de las 13 agrupaciones falleras de Benicarló ondeando sobre las cabezas de las miles de personas congregadas en la plaza del ayuntamiento, y al ritmo del alegre son que marcaron las charangas como banda sonora del acto, la expectación estaba servida. Todas las miradas estaban puestas en el balcón de la casa consistorial y desde allí, las auténticas protagonistas de la noche, la joven Nagore Andero y la niña María Orero, falleras mayores del municipio, pronunciaron la arenga festiva invitando a la multitud a disfrutar al máximo de las Fallas. Así, con la tradicional Crida, se dio el pistoletazo de salida oficial a unas celebraciones que cumplen el 45º aniversario.

Previamente, un animado pasacalle multicolor, desplegado por la gama cromática de las blusas que lucieron los miembros de las diferentes agrupaciones, inundó los viales de la localidad en su marcha desde los distintos casales hasta la céntrica plaza de la Constitución. En este punto se congregó la gran familia josefina para asistir unidos al masivo llamamiento por parte de las máximas dignatarias festeras.

Ante tan entregado público, Nagore y María consiguieron enfervorizar al respetable con su aplaudido discurso y al ya obligado y esperado «Ja estem en Falles!». Pronunciado al unísono por ambas, le siguió un estallido de júbilo y alborozo en el ágora.

PARTICIPACIÓN / A la Crida de las falleras mayores se unieron también los mejores deseos de la alcaldesa, Xaro Miralles, que en su intervención, agasajó a las principales representantes y convidó a vecinos y visitantes a salir a la calle y participar activamente de los actos programados.

Una potente mascletà disparada por Pirotecnia Tomás trasladó seguidamente el jolgorio a la zona de Illes Canàries, lo que sirvió de sonoro y espectacular aperitivo de la cena popular y del baile que tuvo lugar en la pista anexa del pabellón polideportivo. El sarao, amenizado por la orquesta Black Band, contó con una gran afluencia de público, haciendo honor al lema Tots junts fem més Falles, acuñado para la ocasión.

La actuación de este conjunto no defraudó a los asistentes, y puso el broche de oro a una velada inaugural que se alargó hasta bien entrada la madrugada.

Tras haber culminado el ciclo de proclamaciones de cargos en el auditorio, y cumplida la Crida, los falleros benicarlandos volverán a reunirse hoy para compartir una cita que se ha convertido en tradición: las paellas de hermandad. Con ellas cogerán fuerzas para afrontar el apretado calendario de cada marzo.