Nules ofrece a las universidades hacer excavaciones en la villa romana del Benicató para poner en valor este importante yacimiento arqueológico y poder sacar a la lu nuevos vestigios. El alcalde y responsable de la Concejalía de Patrimonio, David García, ha explicado que el consistorio estaría interesado en apoyar nuevos trabajos en este enclave, situado entre campos de naranjos. «Colaboraríamos a nivel económico, pero no tenemos ninguna propuesta al respecto a día de hoy», señaló el primer edil.

Unas excavaciones que se antojan relevantes teniendo en cuenta que la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte ha iniciado la tramitación para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) este yacimiento arqueológico. Una medida que se llevará a cabo en 14 enclaves similares de la provincia que estaban pendientes desde antes de 1998, cuando se aprobó la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano.

De momento, el consistorio cara a facilitar las visitas a la villa romana ha habilitado un párking colindante, para ello, dos vecinos de la Vilavella han cedido sus fincas al consistorio, por lo que estarán exentos de pagar el correspondiente IBI. «Hasta ahora no había un lugar para estacionar», explicó el munícipe. De igual modo, recientemente se ha reparado todo el vallado.

historia // El Benicató era una importante villa romana rural, que era al mismo tiempo explotación agrícola y residencia. Los expertos creen que estaría habitada entre el siglo I a.C y el IV d.C, teniendo su periodo de máximo esplendor en el siglo II d.C. La zona descubierta hasta ahora se corresponde a la parte central de una villa rústica, configurada alrededor de un patio central con un impluvium circular para recoger el agua de lluvia. Se reconocen 35 departamentos, siendo los mejor conservados los del sector oriental, destacando la presencia de un hyposcaustum -sistema de calefacción del suelo- que conserva los arcos de ladrillo. La villa fue descubierta en 1955 cuando se realizaban tareas agrícolas en la zona. La Diputación expropió los terrenos y en 1956 se empezó a excavar el terreno, trabajando unos 2.500 metros cuadrados de extensión, que incomprensiblemente quedaron abandonados durante 20 años, perdiéndose numerosos restos por el continuo expolio.

En 1973 se reanudaron los trabajos y, posteriormente, Benicató fue cedido al Ayuntamiento de Nules, que se encarga de su conservación. Los expertos siempre han apuntado que la villa romana puede ser mucho mayor de la parte descubierta hasta ahora, de ahí la importancia de realizar nuevas excavaciones y poder sacar a la luz nuevos vestigios que permitan poner de relevancia la villa, situada a 2,5 kilómetros de la playa, en la zona del término más cercana a Moncofa.