La estructura de un andamio corona desde hace unos días el campanario de la parroquia de Santa María de Peñíscola, situada en pleno casco histórico de la localidad. La causa obedece a unas obras de urgencia, debido al estado que presentaban los pináculos situados en la parte superior. El párroco del templo, Ricardo Fígols, detalló que recientemente «se detectó, mediante fotografías, que las piedras tenían grandes grietas, por lo que se debía actuar para eliminar riesgos».

Por ahora, se procede a la retirada de estos elementos ornamentales, a la espera de analizar tanto la vara metálica del interior como el detalle en las afecciones y tomar así una determinación sobre el momento en el que se podrá ejecutar la reparación. Tanto el sacerdote como el concejal de Urbanismo, Romualdo Forner, señalaron que la intención es poder reponer las piezas cuanto antes, aunque el edil incidió en que dependerá «de los permisos y las indicaciones de Patrimonio y las decisiones que tome la Diócesis de Tortosa, que es la propietaria tanto de la parroquia como de esta torre».

CAUSAS / El problema se vio en dos de los pináculos, aunque Fígols detalló que, tras iniciar los trabajos, «se ha visto que están afectados los cuatro». Todavía no se ha identificado una causa exacta, ya que podría deberse a la oxidación del metal del interior, a consecuencia del paso del tiempo y la proximidad del mar, o bien a otros fenómenos, como rayos de tormenta caídos en los últimos años. Se calcula que el andamio se mantenga un mes.

El edificio fue objeto de una notable transformación en el 2005, con motivo de la exposición de La luz de las imágenes y, posteriormente, se hizo una restauración de las campanas, lo que supuso el arreglo de los bronces y el cambio de yugos. Además, el pasado año hubo una intervención en el templo de la patrona local.