El Ayuntamiento de Onda acometerá en el 2018 la primera fase de las obras de reforma de la antigua fábrica de azulejos de la Campaneta, situada al final del centro histórico, en la calle Portal de Valencia y junto al barrio del Arrabal del Castillo. «Gracias a los Feder de la UE podremos dedicar el próximo año 180.000 euros al 50% cada administración a esta actuación, que no es una gran obra, pero sí importante», destacó el alcalde, Ximo Huguet.

«Se trata de un proyecto emblemático para el equipo de gobierno, pues es la fábrica más antigua de un municipio muy cerámico como es el nuestro», añadió el primer edil. También indicó que con esta actuación se solucionarán los peligros de desprendimientos y se pondrá en valor un bien de relevancia o interés local, «que le dará muchísima vida al Arrabal del Castillo».

Para lograr esos objetivos se procederá a la consolidación de la fachada y a la reforma constructiva de parte de su interior, con la instalación de una gran viga para anclar toda la pared. «En años posteriores, además del Feder, intentaremos conseguir más vías externas de financiación, como, por ejemplo, ayudas a la conservación del patrimonio, para ir acometiendo nuevas fases, pues podemos estar hablando de casi dos millones de euros para realizar la reforma integral», matizó.

EL PROYECTO / Esta fase se llevará a cabo en la parte central de la nave, que es la más antigua y donde están los viejos hornos morunos. Además, contemplan la estabilización de la fachada principal del edificio, el refuerzo del forjados y la reconstrucción de la fachada y de la cubierta. «La recuperación de la Campaneta se enmarca dentro de la línea de fomento del patrimonio histórico y cultural que marca la Unión Europea para la concesión de los Feder», subrayó Huguet. Igualmente, se podría derribar una nave moderna, de los años 60 ó 70, que no tiene ningún valor.

El alcalde recordó que la reforma era uno de los puntos clave de su programa electoral y de gobierno. «También proponíamos desde 2011 la ubicación allí de un espacio creativo, en el que se puedan desarrollar todas las inquietudes culturales de la ciudad en régimen de coworking, una vez finalicen las distintas fases que permitan la ocupación del edificio», manifestó el primer edil en la puesta de largo del plan.