Los desencuentros entre la empresa organizadora del Arenal Sound y el Ayuntamiento de Burriana para lograr las autorizaciones necesarias y celebrar el festival en su ubicación habitual se arrastran casi desde que acabara la pasada edición. El pasado otoño el consistorio planteó la posibilidad, aludiendo motivos de seguridad, de cambiar el recinto de festivales a la zona del PAI de la Malvarrosa, donde se instala uno de los cámpings. La decisión no agradó a la promotora, dado que esta nueva localización suponía que el festival perdiera su esencia y dejara de celebrarse al lado del mar.

Mientras esta opción estaba encima de la mesa, el pasado mes de noviembre, llegó una sentencia judicial por exceso de ruidos en el 2013, a raíz de la denuncia de un grupo de vecinos de Rogers de Flor. Esta resolución acrecentó las discrepancias del consistorio para que el festival se siguiera celebrando en la zona del puerto y la empresa optó por estudiar las posibilidades técnicas de ubicar el recinto de conciertos en la Malvarrosa. Otra opción que se planteó, pero que tuvo poco recorrido fue la instalar la explanada de conciertos en el PAI Golf Sant Gregori, pero es zona inundable.

La empresa encargó informes a expertos de reconocida experiencia, que avalan la celebración del Arenal Sound cumpliendo la sentencia, llevando a cabo unas medidas correctoras, como la instalación de una gran pantalla contra el ruido. Otro escollo fue la negativa que impone la Ley de Costas a ubicar el recinto de conciertos en las inmediaciones de la zona portuaria, donde estaban los escenarios.

Ante estas trabas, la Agència Valenciana de Turisme, liderada por Francesc Colomer, decidió mediar para intentar buscar una ubicación que agrade a la empresa y que se ajuste a la legalidad con el objetivo de que el Ayuntamiento dé su visto bueno. Tras numerosas reuniones, la empresa presentará el día 9 en un encuentro, donde estarán todas las partes implicadas, su última propuesta para quedarse en Burriana. En ella, como ya informó ayer Mediterráneo, se plantea trasladar la explanada de conciertos a los terrenos, donde estaba Mercaplaya. Este será el último cartucho. H