Orpesa ya está inmersa en los festejos patronales de Sant Jaume. Ayer, como de costumbre, se dio inicio a la temporada de encierros orpesinos con la entrada de las reses de Alberto Garrido, las cuales destacaron por su bravura y calidad. La peculiaridad de este evento, declarado de Interés Turístico Provincial, es que los jóvenes de la localidad intentan parar a los animales con barreras de cañizo, una característica que le ha hecho incrementar su fama dentro del mundo taurino. Asimismo, antes de su celebración, la reina de las fiestas, Claudia de la Cruz, y sus damas repartieron los tradicionales pañuelos de Sant Jaume.

El Encuentro de Tapas y Toros fue el otro punto caliente de las celebraciones. Desde su apertura, a la que asistió el alcalde de la ciudad, Rafel Albert, el recinto gastronómico se ha convertido en un ir y venir de gente.

GRAN PRIX // A medianoche, la plaza de toros de la localidad acogió uno de los actos más divertidos de la semana festiva. El Gran Prix, como su homónimo televisivo, propuso a los participantes más de una decena de pruebas de obstáculos. Caídas, revolcones y muchas risas fueron la nota predominante del evento.

Para hoy, la ciudad ha programado, a las 19.00 horas, una exhibición de toros y vaquillas de Javier Tárrega El Gallo. H