El Castor ha vuelto a sacudir la tierra cuando aún está en el aire el futuro de la instalación y la comarca del Maestrat sigue en vilo. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) registró en la madrugada de ayer un sismo de 1,7 grados en la escala de Richter en el Golfo de Valencia -que no se dejó sentir entre la población-, un fenómeno que surge como consecuencia de la “manipulación de la naturaleza”, según indican los técnicos y los propios informes del IGN y el Instituto Geológico y Minero.

Ambos estudios advierten de que la inyección de gas ha producido sismicidad inducida y “disparada” al actuar en una zona llena de fallas. Ya de por sí se trata de un entorno delicado en el que, durante la historia, por sus características físicas, se han registrado microseísmos por lo que una actividad anormal podría generar movimientos de mayor intensidad, tal y como sucedió.

El experto en Geología de la UJI, Javier Soriano, señala que “la naturaleza se ha de readaptar y volver a su estado natural, por eso está liberando la energía acumulada de la inyección gasista”.

Pero también hace un llamamiento a la tranquilidad y asegura que, “mientras no se reactive la plataforma, no hay que temer, los seísmos no serán importantes, sería casi imposible que alcanzaran una gran magnitud”.

Por su parte, el nuevo movimiento tampoco ha pasado indiferente para los municipios. El alcalde de Benicarló y presidente de la plataforma de localidades afectadas, Marcelino Domingo, destacó que el terremoto “no viene sino a ratificar lo que siempre hemos dicho y lo que han confirmado los documentos oficiales”.

“No era el lugar idóneo para instalar la infraestructura y así se ha demostrado con la aparición de este fenómeno”, aseveró.

Y mientras, a pesar de que la petición de cierre es un clamor no solo en el Maestrat sino en la provincia de Castellón, el Ministerio de Industria todavía no ha aclarado si clausurará o no la planta. El ministro José Manuel Soria alude a los informes de las universidades de Massachussets y Standford, que todavía, según asegura, no se han completado.

No obstante, desde su partido, el PP, han admitido que estos estudios refrendarán las tesis del IGME y el IGN. La diputada Teresa de Lara pidió cautela en el Congreso hasta que no estuvieran listos estos documentos. Sin embargo, dio a entender que concluirían que los seísmos fueron a causa del Castor. Por el momento, la planta sigue clausurada. H