La polémica que ha despertado la próxima entrada en vigor de la nueva normativa autonómica que regulará la pesca marítima de recreo, en especial relacionada con la obligatoria licencia que se requerirá y las sanciones que se contemplan en la misma para los infractores, ha llegado a pie de playa y de escolleras, allí donde decenas de personas se apostan para satisfacer su afición.

Y es que Mediterráneo ha podido comprobar in situ la diversidad de opiniones que ha generado esta medida, de la que este rotativo ha dado buena cuenta a lo largo de la última semana.

Desde la Generalitat aseguran que el objetivo de la normativa es adaptar la misma a la ley de rango estatal ya existente, a la vez que ya se aplican tasas por la autorización en comunidades vecinas como Cataluña y Murcia.

La tarifa que se contempla aplicar es de 11,91 euros al año, aunque las sanciones para quienes pesquen en el litoral sin licencia oscilan entre 10.000 y 200.000 euros, muy por encima de las que se imponen en la práctica de este deporte en ríos y pantanos.

De ahí que los clubes de la provincia de Castellón estén en pie de guerra y anuncian que recurrirán el nuevo decreto de la Conselleria de Agricultura y Pesca.

SINGULARIDAD // Unas posturas que no han pasado desapercibidas para los pescadores de a pie, aquellos que cada día o los fines de semana sacan su caña para pescar en el litoral castellonense.

Algunos de ellos ven con buenos ojos la iniciativa, “para regularizar esta actividad”, aunque reclaman que también sirva para mejorar las condiciones y los espacios en los que se pesca.

Y otros entienden que es una medida “puramente recaudatoria”, al entender que “practicar esta afición en la playa siempre ha sido una cosa libre y ya hay unos horarios”, afirma Víctor Manuel Sánchez, de Burriana. Informan J. Martí, M. J. Sánchez, E. Bellido, B. Roig y M. À. Sánchez. H