Miles de romeros han acompañado este domingo a la imagen de Santa Quitèria, en la tradicional tornà hacia la ermita que lleva su nombre. La lluvia, que obligó a aplazar la romería la semana pasada, dio una tregua a los vecinos, concentrados en la plaza de la Iglesia desde las ocho y media. Almassora ha cerrado de esta forma el último acto oficial de sus fiestas en honor a la patrona.

Así, las cintas y los pañuelos rojos han vuelto a teñir de color una de las mañanas más especiales para los fieles. La romería ha comenzado con la salida de la imagen de la patrona a hombros desde la iglesia de la Natividad, donde ha permanecido desde la celebración de la ofrenda de flores, el pasado 21 de mayo, y una semana más de lo habitual debido a las tormentas del pasado domingo.

“Aplazar la tornà es una de esas decisiones que me duelen como concejala de Fiestas, pero que tuve que tomar para garantizar la seguridad de todos y que hoy queda como una anécdota más de unas fiestas de Santa Quitèria que han superado con creces nuestras expectativas”, ha señalado Isladis Falcó.