Peñíscola ha empezado a renovar el alumbrado público de la zona del casco urbano. Unos trabajos que correrán a cargo de la contrata que gestiona este servicio, con la finalidad de reducir costes y adoptar los nuevos modelos de luminaria. El ahorro energético anual en la localidad será de cerca de 100.000 euros.

Propósitos que se convierten en todo un reto dentro del casco antiguo, ya que se debe compaginar la nueva tecnología con el respeto a la estética del núcleo histórico. Para ello se ha adoptado un modelo de luminaria que sustituye a las antiguas bombillas en buena parte de estas calles. Su principal característica es el tono amarillento que ofrece, a diferencia de la mayoría de bombillas led. Con ello, se respeta el tipo de iluminación presente durante las últimas décadas. Este producto tiene el mismo casquillo que las anteriores bombillas.

En cuanto al consumo eléctrico, de los 180 vatios anteriores por luminaria se pasa a 45, lo que supone una disminución del 65%, con el consiguiente ahorro de la factura eléctrica. La nueva contrata del alumbrado público prevé ir adoptando nuevos modelos de eficiencia energética. H