La Dirección General de Pesca del Gobierno autonómico trabaja en la difusión de un nuevo plan con el objetivo de incrementar la población de especies como el calamar y la sepia, de modo que los marineros tengan una mayor capacidad de capturas. La sede de la cofradía de pescadores de Peñíscola acogió una de las primeras reuniones convocadas entre la gente del mar, y que tiene su origen en un plan experimental puesto en marcha en Torrevieja con buen resultado. El responsable de este área en la Generalitat, Roger Llanes, indica que el objetivo es «influir en la cría de estas especies mediante un método que no sea masivo» y ahora lo están «divulgando entre el sector».

Los investigadores de la Universidad de Alicante José Luis Sánchez y Santiago García han elaborado un método a base de nidos de lentisco y pino sumergidos que protegen las puestas de huevos. Con ello pretenden preservar el efecto de los temporales de Levante, que afectan al número de ejemplares y suponen una merma en las capturas.

Llanes añade que es algo «sencillo de poner en práctica». Para el patrón mayor de Peñíscola, Miguel Castell, «se trata de una propuesta interesante, ya que últimamente han descendido mucho estas dos variedades».

El director general también tuvo un encuentro con representantes de la pesca de caña, que tienen impedimentos para practicar su afición en la zona de Irta. «No es un problema con el parque natural, sino con una reserva de interés pesquero, por lo que se estudiará con la cofradía para hallar una solución», explica.