El final de la guardia del domingo, a las 8.00 horas, marcó ayer lunes la despedida del antiguo edificio del centro de salud de Peñíscola y el traslado de la actividad a las nuevas instalaciones. Durante la mañana, las personas que tenían cita con su médico ya fueron atendidas en la sede de la calle Ullal de l’Estany, mientras que otros muchos se acercaron para saciar su curiosidad y conocer así dónde está ahora su consulta o la atención de urgencias. «Comparado con el sitio en el que estaba antes, esto me parece enorme», comentó una vecina.

La concejala de Sanidad, María Jesús Albiol, mencionó que la primera jornada transcurrió «con normalidad, con las consultas y también las primeras salidas en ambulancia, que se han producido sin incidencias», si bien indicó que «se ha visto algún problema con la señalización». Era el caso de la gente que debía ser atendida como desplazada y que era dirigida a su sala por parte del personal de administración. Mientras tanto, técnicos del departamento de salud de Vinaròs comprobaban que el resto transcurría sin problemas notables.

En cuanto a los comentarios de los usuarios, un paciente se quejaba de que la atención era «lenta, porque el edificio es nuevo, pero el personal prácticamente es el mismo». «Encima todos hacemos preguntas porque no sabemos dónde ir por dentro del mismo», añadió. Además de ampliar el espacio para consultas de médicos y enfermería, en la primera planta se dispone de una zona diferenciada para pediatría y una sala de extracciones, y hay un espacio para rehabilitación. H