Cada vez que sucede un incidente de gravedad relacionado con la actuación de vendedores del top manta esta actividad de venta ilegal se retrae durante unos días. La agresión sufrida en la noche del miércoles por dos agentes de la Policía Local de Peñíscola no ha sido una excepción y las jornadas siguientes han sido “mucho más tranquilas de lo normal”, explicó a Mediterráneo el jefe del cuerpo local de seguridad, Antonio Morejón.

Por el momento, una de las consecuencias de este episodio de agresividad será el refuerzo del operativo contra este fenómeno en la calle. A la labor que viene desempeñando durante todo el verano el Grupo Operativo Nocturno de la Policía Local, junto a la intervención de la Guardia Civil, se sumará un incremento de la coordinación entre ambos cuerpos para impedir la acción de los manteros en los puntos más concurridos del municipio y evitar los consiguientes problemas que se producen de orden público y atentado a la autoridad.

El aumento de la cooperación comenzó a realizarse el pasado verano, tras los incidentes ocurridos en el mes de agosto, lo que supuso la creación de patrullas conjuntas entre integrantes de ambos entes. Este verano se está siguiendo una estrategia similar para impedir que estos productos ilegales y falsificados lleguen a los paseos marítimos y playas.

Las lesiones sufridas por los agentes esta semana han sido el primer hecho grave del estío relacionado con el top manta. “Se sigue notando mucho su presencia en las playas pero, en el bulevar, la incidencia estaba siendo menor respecto a otros años, como consecuencia de la actuación de las fuerzas de seguridad”, afirma el responsable policial.

La agresividad manifestada por los vendedores este miércoles asustó a muchas de las personas que se encontraban en las inmediaciones del lugar de los hechos, con unos agresores que llegaron a tratar de esconderse incluso por las inmediaciones de la zona húmeda de La Marjal.

LLAMAMIENTO // Mientras tanto, muchos ciudadanos vuelven a hacer un llamamiento a la sociedad: “Sin clientes, la venta del top manta desaparecería de las calles de inmediato”. Y es que, para los comerciantes, esta práctica supone una competencia desleal que les hace perder negocio.

Incluso uno de ellos fue agredido por un mantero por recriminarle vender de modo ilegal. H